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Algunos se preguntan por qué muchas veces las tiendas veganas vendemos también productos ecológicos cuando el veganismo y el ecologismo son conceptos distintos.
Se entienden estos dos conceptos como ideologías separadas, pero tienen más en común de lo que creemos, hasta el punto de que pierde lógica una cosa sin la otra. En este artículo te explicamos por qué.
¿De dónde surge el ecologismo y qué es?
El ecologismo son las ideas llevadas a la práctica de la ecología. La ecología a su vez es una rama de las ciencias biológicas. Para que lo entendamos mejor: Las ciencias naturales son las que buscan entender el funcionamiento de lo que nos rodea. Se pueden dividir en cinco ramas: física, química, geología, astronomía y biología.
Las ciencias biológicas o la biología es la que se encarga de estudiar lo relacionado con la vida y sus procesos. A su vez, también se divide en otras ramas de la ciencia como son: la biología molecular, celular, evolutiva, genética, la antropología o la ecología, entre ellas.
La ecología es la parte de la biología que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su entorno, el medio ambiente y cómo preservarlo, el funcionamiento de los distintos ecosistemas, como afecta a los demás y como puede verse afectado, etc.
Tras la publicación de la Primavera Silenciosa de Rachel Carson en el siglo XX, donde se representaba la muerte del planeta debido a la actividad industrial humana, surgió el movimiento ecologista.
¿Cómo se puede definir al ecologismo?
El ecologismo es un grupo social y político que preserva y defiende el buen estado del medio ambiente. Este grupo se encarga de promover la educación ambiental y son activistas que denuncian iniciativas no responsables con el planeta o presionan a los culpables de estas.
Algunas de estas iniciativas tienen que ver con la agricultura convencional, un sector donde se utilizan agroquímicos que tienen efectos nocivos para la salud de todo ser vivo. Entre ellos están los insecticidas, herbicidas, nematicidas o rodenticidas. Todos destinados a matar seres vivos que cumplen un papel fundamental en nuestro planeta. Por otro lado, la ganadería es una de las industrias más contaminantes del mundo. Según datos de la ONU, el sector de la alimentación consume el 70% de los recursos hídricos del planeta y provoca casi el 10% de las emisiones globales de CO₂. Teniendo en cuenta que por cada kilo de carne se necesitan 15.000 litros de agua, mientras que para un kilo de arroz se necesitan entre 1.000 y 3.000, es lógico promover que la población humana reduzca o elimine su consumo de carne y derivados.
Por lo tanto, un ecologista debería ser vegano o al menos adoptar una dieta basada en plantas, por razones medioambientales. Y un vegano debería, siempre en la mayor medida de lo posible, introducir en su dieta alimentos vegetales ecológicos para evitar la muerte innecesaria de seres vivos que no han elegido morir.

¿Qué son los productos ecológicos?
Para llevar este estilo de vida a nuestro día a día debemos empezar por la alimentación y otros productos de consumo diario, como puede ser la cosmética, los productos de limpieza, etc. Aunque debemos recordar que ningún movimiento se basa en la dieta o en un consumo adecuado, sino que es simplemente la punta del iceberg, y que la lucha no existe sin activismo.
Los productos ecológicos se cultivan respetando los ciclos naturales de la naturaleza, sin agroquímicos ni pesticidas que intervengan en su desarrollo.
Para garantizar que los productos son de manera ecológica existe el sello eco, que nos asegura que bajo unas normativas expedidas por la UE, dicho producto es ecológico.
Diferencia entre eco, bio y orgánico.
Un fallo muy común es, sobre todo al principio, al hacer el cambio, ver que muchos productos se hacen llamar eco, bio u orgánico. Y automáticamente pensamos que esos tres conceptos son lo mismo, pero no es así.
Un producto orgánico es natural y sin químicos, pero se puede modificar genéticamente o ser transgénico.
Sin embargo, un producto biológico o bio es aquel que no se modifica ni se trata con agroquímicos, pero no tiene por qué seguir los criterios de cultivo sostenible.
Quien engloba estos dos conceptos es el producto ecológico. Que ha cumplido todos los requisitos marcados por la UE en cuanto a protección del medio ambiente, condiciones de bienestar animal, producción sostenible y calidad. Estos productos ecológicos no se modifican genéticamente ni se han visto involucrados agroquímicos en ningún proceso. Además de cumplir con requisitos de sostenibilidad y responsabilidad social.
Por lo tanto, un producto bio u orgánico no es ecológico. Pero un producto ecológico siempre será orgánico y bio.